Chica conoce chico - Ali Smith
"(...) Yo nunca tuve que hacer nada. Tengo suerte. Nací sin mitos. Crecí sin mitos."
Smith, Ali. Chica conoce chico.
Madrid: Nórdica Libros, 2022
Girl Meets Boy. Traducció de Magdalena Palmer.
Col·lecció Otras latitudes, 91
::: Què en diu la contraportada...
«Y ahora os hablaré de cuando yo era una chica, dice nuestro abuelo». Así comienza esta novela en la que Ali Smith nos vuelve a sorprender, en esta ocasión revisitando las Metamorfosis de Ovidio. La historia se centra en dos hermanas, Imogen y Anthea, que viven en una casa que les dejaron sus abuelos. Imogen está atada a la tierra, tratando de encajar en Pure, la compañía de agua embotellada en la que ambas trabajan, incluso cuando queda claro que la compañía está dirigida por personas sin escrúpulos. Ali Smith nos cuenta una historia sobre chicos, chicas, amor y transformación; una historia de juegos de palabras, literatura y revelaciones. «[…] y nada perdura y nada se pierde y nada perece, y las cosas siempre pueden cambiar porque las cosas siempre cambiarán y siempre serán distintas, porque las cosas siempre pueden ser distintas».
::: Com comença...
Y ahora os hablaré de cuando yo era una chica, dice nuestro abuelo.
Es sábado por la noche; los sábados siempre nos quedamos en casa de los abuelos. El sofá y las sillas están arrinconados contra la pared. La mesita de teca que suele ocupar el centro de la sala está debajo de la ventana. Hemos despejado el suelo para practicar las volteretas adelante y atrás (...).
::: Moments...
(Pàg. 28)
Querida Midge, mi feroz alma cínica, dice nuestro abuelo. Vas a tener que aprender esa clase de esperanza que transforma las cosas en historia. De lo contrario, no habrá buenas esperanzas para tus grandes verdades ni buenas verdades para tus nietos.
(Pàg. 34)
Ojalá fuese vieja. Estaba harta de ser tan joven, tan estúpidamente consciente, tan estúpidamente desmemoriada. Estaba harta de tener que ser algo. Me sentía como Internet, rebosante de información pero que de nada servía ni importaba, cuyos pequeños enlaces eran como las finas raíces blancas de una planta rota arrancada de cuajo que se marchitaba tirada sobre un costado.
(Pàg. 39)
¿Cuántos libros cedidos por otras personas podemos hojear sin sentir vértigo? Como ese poema que habla de que nos sentamos a leer un libro y luego lo cerramos y lo dejamos en el estante y quizá, al ser la vida tan corta, morimos sin volver a abrirlo de nuevo, y sus páginas, cada una de esas páginas encerradas dentro del libro del estante, quizá nunca vuelvan a ver la luz (...).
(Pàg. 98)
Doce o trece años, terrorífico. Es fácil pensar que es un error, o que tú eres un error. Cuando todo lo que te rodea y todos los que te conocen dicen que tienes la forma equivocada, es fácil creer que tienes la forma equivocada.
(Pàg. 100)
Yo nunca tuve que hacer nada. Tengo suerte. Nací sin mitos. Crecí sin mitos.
No es cierto, nadie crece sin mitos, dijo Robin. Lo importante es qué hacemos con los mitos con los que crecemos.
(Pàg. 102)
(...) la vi sonreír tan cerca de mis ojos que su sonrisa fue lo único que vi, y entonces pensé que nunca antes me había metido en una sonrisa, ¿quién habría dicho que estar dentro de una sonrisa podría ser algo tan antiguo y moderno a un tiempo?
(Pàg. 103)
¿(...) Eso era su lengua? ¿Se refieren a eso cuando hablan de lenguas de fuego? ¿Me fundía? ¿Me fundiría? ¿Era yo oro? ¿Era yo magnesio? (...).
(Pàg. 103)
¿(...) estaban nuestras cabezas entrelazadas hasta la muerte?, ¿hasta partirnos? Yo era una ella era un él era un nosotras éramos una chica y una chica y un chico y un chico, éramos filos, éramos un cuchillo que atravesaba el mito, éramos dos dagas lanzadas por un mago, éramos flechas disparadas por un dios, llegábamos al corazón, dábamos en el blanco (...).
(Pàg. 104)
(...) y me pregunté si todo lo que veía, si quizá cualquier paisaje que mirábamos despreocupadamente, no sería el resultado de un éxtasis que ni sabíamos que tenía lugar, un acto de amor cuyo desplazamiento lento y constante nos hacía creer que no era más que la realidad cotidiana.
(Pàg. 128)
(...) tenía que decirlo, tenía que contártelo, estoy harta de sentir cosas que nunca llego a expresar, cosas que siempre tengo que guardarme dentro, estoy harta de no saber si lo que digo es correcto, y he pensado que mejor ser valiente, he pensado que valía la pena, y espero que no te moleste que te lo haya dicho.
(Pàg. 154)
(...) conoce final conoce principio y vuelta a empezar, la historia de la misma naturaleza, siempre igeniosa, creando una cosa a partir de otra y transformando una cosa en otra, y nada perdura y nada se pierde y nada perece, y las cosas siempre pueden cambiar porque las cosas siempre cambiarán y siempre serán distintas, porque las cosas siempre pueden ser distintas.
Y siempre han sido las historias que necesitaban contarse las que nos han tendido la cuerda para cruzar cualquier río. Nos han mantenido en equilibrio para atravesar cualquier precipicio. Que nos han convertido en acróbatas. Nos han hecho valientes. Nos han acogido. Nos han transformado. Formaba parte de su naturaleza.
::: Què en penso...
L’autora escocesa parteix d’un encàrrec editorial —reescriure Ovidi per la Canongate Myth Series— per crear una novel·la que combina lirisme i ironia, intertextualitat i crítica social, tot aprofitant una premissa mitològica que acaba transformant en un argument (i posicionament) de resistència.
Així, el conflicte identitari entre gèneres, és el nucli temàtic bàsic. El que en Ovidi es resolia amb una metamorfosi divina, amb l’Ali Smith esdevé contestació cultural i social: l’amor entre dones no necessita miracles, sinó que és legítim i transformador per si mateix.
A nivell formal, la prosa és aparentment planera, però no ens enganyem; els malabarismes gramaticals i ortogràfics son freqüents. Així l’alternança de frases curtes i llargues conjuntament amb l’ús sovintejat de la parataxi, atorga a la lectura un caràcter de frescor i agilitat immediat.
D’altra banda, els diàlegs –com sempre, sense marques convencionals que els identifiquin- suporten en bona part l’acció, i usen l’ humor i la ironia per relacionar personatges i definir-los. Mentrestant, les descripcions es dediquen majoritàriament al toc líric i simbòlic, que també té la seva importància i un pes determinant per crear el to i l'atmosfera del relat .
Tot plegat contribueix a que el lector es trobi davant una proposta de lectura que ofereix una fluïdesa sorprenent.
Un altre punt a destacar de la novel·la és la intertextualitat de que fa gala: Shakespeare, Joyce, Dylan Thomas, Kipling, Salinger, Ovidi, però també els Beatles, la publicitat, la televisió, les patums mediàtiques del moment… el cànon literari conviu amb la cultura pop i amb el llenguatge del consumisme, en un collage que desmunta jerarquies i mostra com la literatura pot ser alhora referencial i contestatària. Un altre segell característic de l'Smith.
Per això, amb Noia troba noi, Ali Smith desplega una literatura reivindicativa i intergeneracional, capaç de barrejar cultura popular amb referències cultistes, i d’articular un estil que és alhora planer i dens. En resum, una novel·la que ofereix una lectura estimulant i que convida a revisitar l’original llatí.
::: Altres n'han dit...
Els llibres del Senyor Dolent, Joppcc, Weedge, Un libro al dia (M.Peig), Culturalia, El Cultural (R. Narbona), La Nación (M. Sabatino), Complete Review.
::: Enllaços:
Ali Smith.

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