Un disfraz equivocado. Antología poética - Fernando Pessoa




"(...) yo soy del tamaño de lo que veo
y no del tamaño de mi altura."





Pessoa, Fernando. Un disfraz equivocado. Antología poética.
Madrid: Nordica, 2015

Traducció de Martín López-Vega. Il·lustracions d'Adolfo Serra
Col·lecció Nórdicalibros


::: Què en diu la contraportada...
Nadie nació tantas veces como Fernando Pessoa: en Lisboa el 13 de junio de 1888, en abril de 1889 de nuevo en Lisboa y en Tavira el 15 de octubre de 1890, entre otras. Fernando Pessoa nació cuantas veces quiso, ventrílocuo de sí mismo, empeñado en dar no solo voz sino vida completa (por más que para él poca vida había fuera de la escritura) a todas las voces que le habitaban. Quiso llevar cada matiz, cada contradicción de su alma, hasta el extremo, y para ello creó su interna multitud, su hermandad de heterónimos. Escribió los poemas de todos ellos, publicó solo cuatro libros en vida y unos cuantos poemas en revistas, y amontonó todo lo demás en un baúl que se haría famoso; un baúl lleno de gente, según expresión feliz de Antonio Tabucchi. Otros poetas modernistas, dice Robert Hass, como Yeats, Pound o Eliot inventaron «máscaras a través de las cuales hablaban ocasionalmente... Pessoa inventó poetas enteros».

::: Com comença...
Me quité la máscara y me miré en el espejo.
Era el niño de hace tantos años.
No había cambiado nada...
Esa es la ventaja de saber quitarse la máscara.
(Álvaro de Campos)
Depus a máscara e vi-me ao espelho.
era a criança de há quantos anos.
Nao tinha mudado nada...
É essa a vantagem de sabar tirar a máscara.
(Álvaro de Campos)

::: Moments...
(Pàg. 16)
(...)
No tengo ambiciones ni deseos.
Ser poeta no es una ambición mía:
es mi manera de estar solo.
Alberto Caeiro-El guardador de rebaños
(...)
Nao tenho ambiçoes nem desejos.
ser poeta nao é uma ambiçao minha.
É a minha maneira de estar sozinho.
Alberto Caeiro-O guardador de rebanhos. I

(Pàg. 19)
(...)
Creo en el mundo como en una margarita,
porque lo veo. Pero no pienso en él:
pensar es no comprender.
Alberto Caeiro - El guardador de rebaños. II
(...)
Creio no mundo como num malmequer,
Porque o vejo. Mas nao penso nele
Porque pensar é nao compreender...
Alberto Caeiro - O guardador de rebanhos. II

(Pàg. 27)
Pensar en Dios es desobedecer a Dios,
porque Dios quiso que no lo conocierámos
por eso no se mostró.
(...)
Alberto Caeiro - El guardador de rebaños. VI
Pensar en Deus é desobedecer a Deus,
Porque Deus quis que o nao conhecêsssemos,
Por isso se nos nao mostrou...
(...)
Alberto Caeiro - O guardador de rebanhos. VI

(Pàg. 29)
(...)
yo soy del tamaño de lo que veo
y no del tamaño de mi altura.
Alberto Caeiro-El guardador de rebaños. VII
(...)
Porque eu sou do tamanho do que vejo
E nao do tamanho da minha altura...
Alberto Caeiro - O guardador de rebanhos. VII

(Pàg. 38)
(...)
Lo esencial es saber ver,
saber ver sin pensar;
saber ver cuando se ve
y no pensar cuando se ve
ni ver cuando se piensa.
Alberto Caeiro-El guardador de rebaños. XXIV
(...)
O essencial é saber ver,
Saber ver sem estar a pensar,
Saber ver quando se vê,
E nem pensar quando se vê
Nem ver quando se pensa.
Alberto Caeiro-O guardador de rebanhos. XXIV

(Pàg. 41)
(...)
El recuerdo es una traición a la Naturaleza,
porque la Naturaleza de ayer ya no es Naturaleza.
Lo que fue ya no es nada, y recordar es no ver.
Alberto Caeiro-El guardador de rebaños. XLIII
(...)
A recordaçao é uma traiçao à Natureza,
Porque a Natureza de ontem nao é Natureza.
O que foi nao é nada, e lembrar é nao ver.
Alberto Caeiro-O guardador de rebanhos. XLIII

(Pàg. 47)
Para ser grande, sé entero: nada
tuyo exageres ni excluyas.
Sé todo en cada cosa. Pon cuanto eres
en lo mínimo que hagas.
(...)
Ricardo Reis–Para ser grande
Para ser grande, sê inteiro: nada
    Teu exagera ou exclui.
Sê todo em cada coisa. Poe quanto és
    No mínimo que fazes.
(...)
Ricardo Reis–Para ser grande

(Pàg. 49)
Si recuerdo quién fui, a otro veo,
y el pasado es un presente en el recuerdo.
Quien fuí es alguien a quien amo,
            aunque sea tan solo en ese sueño.
La nostalgia que la mente aflige
no es mía ni del pasado conocido,
           sino de quien habito
           tras de los ojos ciegos.
Nada, salvo el instante, me conoce.
Mi mismo recuerdo no es nada, y siento
           que quien soy y quien fui
          son sueños diferentes.
Ricardo Reis–Si recuerdo quién fui...
Se recordo quem fui, outrem me vejo,
E o passado é um presente na lembrança.
         Quem fui é alguém que amo
         Porém somente em sonho.
E a saudade que me aflige a mente
Nao é de mim nem do passado visto,
        Senao de quem habito
        Por trás dos olhos cegos.
Nada, senao o instante, me conhece.
Minha mesma lembrança é nada, e sinto
Quem sou e quem fui
Sao sonhos diferentes.
Ricardo Reis–Se recordo quem fui...

(Pàg. 55)
No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de eso, tengo en mi todos los sueños del mundo.
(...)
Álvaro de Campos – Estanco
Nao sou nada.
Nunca serei nada.
Nao posso querer ser nada.
À parte isso, tenho em mim todos os sonhos do mundo.
(...)
Álvaro de Campos-Tabacaria

(Pàg. 58)
(...)
¿Qué sé yo de quién seré, yo que no se quién soy?
¿Ser lo que pienso? Pero ¡si pienso ser tantas cosas!
¡Y hay tantos que piensan ser lo mismo que no puede
haber tantos!
Álvaro de Campos - Estanco
(...)
Que seu eu do que serei, eu que naos ei o que sou?
Ser o que penso? Mas penso ser tanta coisa!
E há tantos que pensam a mesma ocisa que nao pode
haver tantos!
(...)
Álvaro de Campos-Tabacaria

(Pàg. 74)
(...)
y la vida duele cuanto más se goza y cuanto más se inventa.
Álvaro de Campos – El paso de las horas.
(...)
E a vida dói quanto mais se goza e quanto mais se inventa.
(...)
Álvaro de Campos – A passagem das horas

(Pàg. 76)
(...) estoy arto de semidioses!
¿Dónde hay gente en el mundo?
Álvaro de Campos – Poema en línea recta 
Estou farto de semi-deuses!
Onde é que há gente no mundo?
(...)
Álvaro de Campos – Poema em linha recta

(Pàg. 78)
(...)
Ser vagabundo y pedigüeño, como yo soy,
no es ser vagabundo y pedigüeño, lo cual es corriente:
es estar aislado en el alma, y eso sí que es ser vagabundo,
es tener que pedir a los días que pasen y nos dejen;
      eso es ser pedigüeño.
Álvaro de Campos – Cruzó hacia mí... 
(...)
Sim, ser vadio e pedinte, como eu sou,
Nao é ser vadio e pedinte, o que é corrente:
É ser isolado na alma, e isoo é que é ser vadio,
É TER QUE PEDIR AOS DIAS QUE PASSEM, E NOS DEIXEM , E ISSO É QUE É SER PEDINTE.
(...)
Álvaro de Campos – Cruzou por mim...

(Pàg. 80)
(...)
el alma humana es un abismo.
Álvaro de Campos – Cruzó hacia mí... 
(...)
a alma humana é un abismo.
Álvaro de Campos – – Cruzou por mim...

(Pàg. 91)
Todas las cartas de amor son
ridículas.
No serían cartas de amor si no fueran
ridículas.

También yo escribí en mis tiempos cartas de amor,
como las demás,
ridículas.

Las cartas de amor, si hay amor,
tienen que ser
ridículas.

Pero, al final,
solo las criaturas que nunca escribieron
cartas de amor
son
ridículas.

Quién volviera al tiempo en que escribía
sin prestar atención
cartas de amor
ridículas.

Lo cierto es que hoy
mis recuerdos
de aquellas cartas de amor
son
ridículos.

(Todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículas.)
Álvaro de Campos – Todas las cartas de amor...
Todas as cartas de amor sao
Ridículas.
Nao seriam cartas de amor se nao fossem
Ridículas.

Também escrevi em meu tempo cartas de amor,
Como as outras,
Ridículas.

As cartas de amor, se há amor,
Têm de ser
Ridículas,

Mas, afinal,
Só as criaturas que nunca escreveram
Cartas de amor
É que sao
Ridículas.

Quem me dera no tempo em que escrevia
Sem dar por isso
Cartas de amor
Ridículas.

A verdade é que hoje
As minhas memórias
Dessar cartas de amor
É que sao
Ridículas

(Tòdas as palavras esdrúxulas,
Como os sentimentos esdrúxulos,
Sao naturalmente
Ridículas)
Álvaro de Campos – Todas as cartas de amor...


Comentaris

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Entrades populars d'aquest blog

Les cròniques marcianes - Ray Bradbury

La veïna - Isabel-Clara Simó

Nosaltres - Ievgueni Zamiatin

-Uf, va dir ell - Quim Monzó

El gobelet dels daus - Max Jacob

Amore - Giorgio Manganelli