El coronel no tiene quien le escriba - Gabriel García Márquez

 

 

 


"(...)  La vida es la cosa mejor que se ha inventado."











García Márquez, Gabriel. El coronel no tiene quien le escriba.
Barcelona: Mondadori, 1999

Col·lecció Literatura Mondadori, 41





::: Què en diu la contraportada...
El coronel no tiene quien le escriba fue escrita por Gabriel García Márquez durante su estancia en París, adonde había llegado como corresponsal de prensa y con la secreta intención de estudiar cine, a mediados de los años cincuenta. El cierre del periódico para el que trabajaba le sumió en la pobreza, mientras redactaba en tres versiones distintas esta excepcional novela, que luego fue rechazada por varios editores antes de su publicación. Tras el barroquismo faulkneriano de La hojarasca, esta segunda novela supone un paso hacia la ascesis, hacia la economía expresiva, y el estilo del escritor se hace más puro y transparente. Se trata también de una historia de injusticia y violencia: un viejo coronel retirado va al puerto todos los viernes a esperar la llegada de la carta oficial que responda a la justa reclamación de sus derechos por los servicios prestados a la patria. Pero la patria permanece muda...

::: Com comença...
El coronel destapó el tarro de café y comprobó que no había más de una cucharadita. Retiró la olla del fogón, vertió la mitad del agua en el piso de tierra, y con un cuchillo raspó el interior del tarro sobre la olla hasta cuando se desprendieron las últimas raspaduras del polvo de café revueltas con óxido de lata.

::: Moments...
(Pàg. 7)
Era octubre. Una mañana difícil de sortear, aun para un hombre como él que había sobrevivido a tantas mañanas como ésa.

(Pàg. 10)
- (...) Mira en lo que ha quedado nuestro paraguas de payaso de circo –dijo el coronel con una antigua frase suya. Abrió sobre su cabeza un misterioso sistema de varillas metálicas-. Ahora sólo sirve para contar las estrellas.
Sonrió. Pero la muher no se tomó el trabajo de mirar el paraguas. “Todo está así”, murmuró. “Nos estamos pudriendo vivos.” Y cerró los ojos para pensar más intensamente en el muerto.

(Pàg. 57)
“Todo el mundo dice que la muerte es una mujer”, siguió diciendo la mujer. Era corpulenta, más alta que su marido, y con una verruga pilosa en el labio superior. Su manera de hablar recordaba el zumbido del ventilador eléctrico. “Pero a mí no me parece que sea una mujer”, dijo. Cerró el armario y se volvió a consultar la mirada del coronel:
- Yo creo que es un animal con pezuñas.

(Pàg. 61)
- (...) Ahora lo que debes hacer es aprovechar la mazamorra.
- Está muy buena –dijo el coronel-. ¿De dónde salió?
- Del gallo –respondió la mujer-. Los muchachos lea han traído tanto maíz, que decidió compartirlo con nosotros. Así es la vida.
- Así es –suspiró el coronel-. La vida es la cosa mejor que se ha inventado.

(Pàg. 64)
El coronel comprobó que cuarenta años de vida en común, de hambre en común, de sufrimientos comunes, no le habían bastado para conocer a su esposa. Sintió que algo había envejecido también en el amor.

(Pàg. 82)
- (...) Si quieres sembrar las rosas, siémbralas –dijo.
Trató de acordar sus movimientos a los de la imagen.
- Se las comen los puercos –dijo ella.
- Mejor –dijo el coronel-. Deben ser muy buenos los puercos engordados con rosas.

(Pàg. 92)
“Es la misma historia de siempre”, comenzó ella un momento después. “Nosotros ponemos el hambre para que coman los otros. Es la misma historia desde hace cuarenta años.”

(Pàg. 94)
“(...) Y mientras tanto qué comemos”, preguntó, y agarró al coronel por el cuello de la franela. Lo sacudió con energía.
- Dime, qué comemos.
El coronel necesitó setenta y cinco años –los sesenta y cinco años de su vida, minuto a minuto- para llegar a ese instante. Se sintió puro, explícito, invencible, en el momento de responder:
- Mierda.

::: Què en penso...
El coronel no tiene quien le escriba de Gabriel García Márquez, és una proposta de lectura breu i senzilla en la forma, però de calat evident en el que respecta al missatge.

Sense cap mena d’ornamentació García Márquez composa un relat amb un estil sec -com els personatges-, directe i senzill; de frase curta, descripcions precises, escenes sòbries i diàlegs breus. Però també detectem moments amb certa latència poètica que, a partir de pauses, silencis, i sobretot de l’atmosfera aconseguida per l'autor, generen una lectura certament emocional.

El coronel no tiene quien le escriba ens parla de la frustració però també del pragmatisme i la tenacitat per mantenir-se lliure i digne, malgrat les carències i les males jugades que atorga la vida. En certa manera ens parla de la justícia moral (o de l’absència d’aquesta).

García Márquez personifica aquesta dignitat en el gall, reflex de l’actitud dels protagonistes. La resistència orgullosa que permet mantenir les conviccions però que a l'ensems consumeix l’esperança (la carta mai rebuda) i sacrifica l’optimisme. I el contraposa al paper de la dona del coronel, figura realista estendard de la resignació.

Novel·la breu i austera, tossuda i plena de significats sobre la dignitat amb la que García Márquez és mostra solvent, àgil i molt capaç de remoure consciències.

::: Altres n'han dit...
Libros prohibidos, Mortal y RosaInhalando líneas, Libros sobre libros (C.Marín-Blazquez), Un libro al día (Santi), Un lector indiscreto, The Velvet Books, El sitio de mi recreo, Viajando entre letras, La vieja calle del panadero, La hierba roja, Desde la ciudad sin cines.

::: Enllaços:
Gabriel García Márquez, l'autor en llegeix un fragment, recorregut literari del relat.

::: Llegeix-lo:
Espanyol (pdf, html)

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