La librería ambulante - Christopher Morley
"(...) Todas las grandes cosas de la vida fueron hechas por gente que no estaba conforme."
Morley, Christopher. La librería ambulante.
Cáceres: Periférica, 2012
Parnassus on Wheels. Traducció de Juan Sebastián Cárdenas
Col.lecció Largo Recorrido, 32
► Què en diu la contraportada...
Prepárese para entrar en un mundo único y lleno de encanto, donde el tiempo se ha detenido: estamos en la segunda década del siglo XX, en unos Estados Unidos todavía rurales y de paisajes idílicos, donde conviven los viejos carromatos y los novísimos automóviles; Roger Mifflin, un librero ambulante que desea regresar a Brooklyn para redactar sus memorias, vende su singular librería sobre ruedas (junto a su yegua y su perro) a la ya madura señorita Helen McGill, quien decide, harta de la monotonía de su vida, lanzarse a la aventura y recorrer mundo. A partir de ese momento se sucederán los encuentros y los desencuentros, y las más divertidas peripecias se darán la mano con las grandes enseñanzas que proporcionan libros y librero.
¿Cree en la literatura como forma de consuelo, pero también como invitación a la felicidad? ?Cree en los libros como amigos y maestros? ¿Cree en el "amor verdadero"? Si es así, La librería ambulante es su novela.
Desde que este clásico de la literatura norteamericana se publicara en 1917 han sido muchos los lectores seducidos por su poder evocador, por el reconfortante humor que destila y, cómo no, por su atención a los pequeños detalles: estas páginas huelen a las hogazas de pan recién sacadas del horno; en ellas se siente el viento de otoño en los abedules.
► Com comença...
Carta dirigida al
Señor David Grayson
de Hempfield, EE.UU.
Apreciado señor:
Aunque mi nombre aparezca en la portada, el verdadero autor de este libro es la señorita Helen McGill (ahora esposa de Roger Mifflin), quien me contó su historia con una vivacidad inimitable. Y en su nombre quiero hacerle llegar estas palabras de agradecimiento.
► Moments...
(Pàg. 9)
Me pregunto si no hay un montón de creencias bobas alrededor de la educación superior. Nunca he conocido a nadie que por ser hábil con los logaritmos y otras formas de poesía fuera más ducho lavando platos o zurciendo calcetines.
(Pàg. 42)
"¡Dios!", dijo, "cuando le vendes un libro a alguien no solamente les estás vendiendo doce onzas de papel, tinta y pegamento. Le estás vendiendo una vida totalmente nueva. Amor, amistad y humor y barcos que navegan en la noche. En un libro cabe todo, el cielo y la tierra, en un libro de verdad, quiero decir.
(Pàg. 58)
"A juzgar por su manera de hablar" dije, "usted también debe de ser un buen escritor."
"Los charlatanes nunca escriben. Sólo hablan y hablan.
(Pàg. 63)
Que nos llamen hombres no nos convierte en hombres. Ninguna criatura sobre la faz de la tierra tiene derecho a creerse un ser humano a menos que esté en posesión de un buen libro
(Pàg. 119)
"(...) Debo confesarle que todavía estoy un poco a la deriva. Mi deseo de aventuras me ha llevado a un terreno más profundo de lo que pensaba. Empiezo a entender que hay mucho más en este juego de vender libros de lo que me imaginaba. Para serle franca, creo que lo llevo en la sangre."
(Pàg. 132)
"(...) Herrick, Hans Andersen, Tennyson, Thoreau y una tonelada de otros buenos hombres me han precedido. Puedo escuchar sus voces a mediad que viajo por el camino. Pero los libros no constituyen un universo sustancial después de todo, y de vez en cuando anhelamos relaciones más cercanas, más humanas. He estado completamente solo desde hace ocho años, excepto por Runt, que a estas horas podría estar muerto sin yo saberlo. Esto de viajar es bueno hasta cierto punto, pero algún día tendrá que llegar a su fin. Un hombre necesita echar raíces en algún lugar para ser realmente feliz.
"¡Qué absurdas víctimas de deseos contradictorios que somos las personas! El hombre que se ha establecido en un sitio anhela la vida del vagabundo. El hombre que viaja anhela tener un hogar. ¡Y, aun así, cuán bestial es el conformismo! Todas las grandes cosas de la vida fueron hechas por gente que no estaba conforme.
(Pàg. 161)
Es ahí cuando una mujer se encuentra consigo misma: cuando se enamora. No importa si es vieja o gorda o aburrida o simplona. Siente ese cosquilleo debajo de las costillas y se cae del árbol como una fruta madura.
(Pàg. 162)
Una aventura que, habiendo comenzado como una mera broma o un capricho, había acabado por convertirse en l a sustancia misma de la vida. Era algo extravagante, supongo, y tan romántico como una gallina clueca, pero, ¡por los huesos de George Eliot!, me dan pena las mujeres que nunca tuvieron la oportunidad de vivir una extravagancia.
►Altres n'han dit...
Bibarnabloc, Núvol, El placer de la lectura, La librería de Javier, Papel de periódico, Offuscatio, El rompehielos, Airin Takanawa, FantasyMundo.
►Enllaços:
Christopher Morley, llibre sobre llibres, l'Evangeli segons Mifflin, els tres personatges principals, Ull!!! material llibertari i utòpic!!!!, el valor de la senzillesa, el Parnàs.
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