La casa y el cerebro - Edward Bulwer-Lytton



"(...) esté listo para ver y oír una cosa u otra, y tome cuantas precauciones quiera."






Bulwer-Lytton, Edward. La casa y el cerebro. 
Madrid: Impedimenta, 2013

The Haunters and the Haunted or The House and the Brain.
Traducció d’Arturo Agüero.



 Què en diu la contraportada...
La casa y el cerebro se considera una pieza maestra de la literatura sobrenatural. El narrador de esta desasosegante fábula de fantasmas, desoyendo los consejos de sus allegados, decide pasar una noche, junto con su criado y su perro, en una casa encantada situada en Londres, de la que todos los demás huyen despavoridos. Allí, tal y como él esperaba, asiste a una serie de apariciones espeluznantes y descubre, a través de unas cartas, que la casa, muchos años atrás, fue el escenario de unos horribles crímenes. El secreto de todo parece encerrarse en una habitación vacía. Conectada a esta, la voluntad de un ser inmortal y perverso, uno de los que tuvo que ver con la casa en el pasado, ha creado y gobernado a distancia los extraños fenómenos.


 Com comença...
Un amigo mío, que es hombre de letras y filósofo, me dijo un día como entre bromas y veras:
- ¡Figúrate! Desde que nos vimos por última vez, he descubierto una casa encantada en mitad de Londres.
- ¿Realmente encantada? ¿Y qué había...? ¿Fantasmas?
- No puedo contestar a esas preguntas (...)

 Moments...
(Pàg. 26) “(...) no hay dos inquilinos que hayan presenciado exactamente los mismos fenómenos. Es mejor que juzgue usted mismo a que entre en la casa con una imaginación influida o relatos previos; simplemente esté listo para ver y oír una cosa u otra, y tome cuantas precauciones quiera.

(Pàg. 42)
Me habían dejado solo en la casa encantada.
Durante un momento, pero no más, dudé si seguir a mi criado; el orgullo y la curiosidad, en la misma medida, me prohibieron una huida tan ruin.

(Pàg. 44) 
(...) mi teoría afirma que lo sobrenatural es un imposible; lo que se llama sobrenatural solo es algo, dentro de la leyes de la naturaleza, que hasta ahora hemos ignorado. Si un fantasma se alza delante de mí, no tengo razón al decir: “Luego lo sobrenatural es posible”, sino más bien; “Luego la aparición de un fantasma está, en contra de la opinión recibida, dentro de las leyes de la naturaleza, es decir, no sobrenaturales.
En todas las cosas que yo he presenciado, y en todos los prodigios que los aficionados al misterio de nuestra época registran como hechos, siempre se requiere un mediador material vivo.

(Pàg. 47)
Alcé la vista y vi lo que me resultará muy difícil, quizá imposible, de describir.
Era una oscuridad que se delineaba repentinamente a sí misma en un contorno impreciso. No puedo decir que fuese una forma humana, y sin embargo tenía mayor semejanza con una forma humana, o una sombra más bien, que con cualquier otra cosa. Tal y como se erguía, separada y distinta del aire y la luz que la rodeaban, sus dimensiones parecían gigantescas; la cima casi tocaba el techo.
Al observar me embargó una sensación de intenso frío. No me habría helado tanto frente a un iceberg; ni tampoco el frío de un iceberg habría sido más puramente físico.  Estoy seguro de que no se trataba del frío que ocasiona el pánico.

(Pàg. 51)
De súbito surgió, lo mismo que si saliera de la silla, una forma, la forma de una mujer. Era nítida como una forma de vida y espantosa como una forma de muerte.

(Pàg. 65)
Estoy seguro, sin embargo , de que el creador de todo cuanto vi y oí fue un hombre, humano como yo mismo y, según parece, sin ser consciente de los efectos exactos producidos, por esta razón: no hay dos personas, dice usted, que le contasen  la misma experiencia; bueno, dese cuenta, no hay dos personas que hayan vivido exactamente el mismo sueño.

(Pàg. 88) 
- (...) ¿Hasta qué límite alcanza la voluntad humana en ciertas naturalezas?
- ¿Hasta qué límite alcanza el pensamiento? ¡Piense, y antes de respirar está usted en China!
- Así es, pero mi pensamiento carece de poder en China.
- Dele expresión y quizá lo tenga. Escriba un pensamiento y, tarde o temprano, podría alterar toda la condición de China. ¿Qué es una ley sino un pensamiento? Luego el pensamiento es infinito. Luego el pensamiento tiene poder; no en proporción a su valor: un mal pensamiento es capaz de crear una ley mala tan poderosa como un buen pensamiento una buena (...).

(Pàg. 91) 
“(...) Recordará usted que Alberto Magno, tras describir minuciosamente el proceso por el cual se invocan y gobiernan los espíritus, añade con énfasis que tal proceso solamente instruye y sirve a unos pocos: que ¡un hombre debe nacer mago! Es decir, con un temperamento físico peculiar, igual que un hombre nace poeta.
Los hombres en cuya constitución acecha ese poder oculto rara vez tienen un intelecto de orden superior; en su intelecto suele haber alguna anomalía, perversidad o enfermedad (...).”

(Pàg. 93)
“(...) Ama la vida, teme a la muerte; quiere seguir viviendo. No puede recobrar la juventud; no puede frenar del todo el proceso de la muerte; no puede hacerse inmortal en carne y hueso. Pero sí logra detener, durante un espacio tan largo que parecería increíble si lo mencionara, el endurecimiento de los órganos que constituyen la vejez.

(Pàg. 95)
(...) prófugo de la escuela de los misterios más nobles y divinos. Execrable imagen de la vida en muerte y de la muerte en vida, ¡le advierto que se aleje de las ciudades y hogares de los hombres sanos! ¡Que retorne a las ruinas de los imperios difuntos! ¡A los desiertos de la naturaleza no redimida!

(Pàg. 96)
- (...) ¿Y, mientras no llegue esa hora, me mezclaré con el mundo de los hombres tal y como hice antes de aprender mis secretos? ¿Volveré a tener un vivo interés por sus conflictos y problemas? ¿Batallaré con ambición y usaré el poder de los sabios para triunfar sobre el poder que pertenece a los reyes?
- Todavía le queda por representar en la tierra un papel que la colmará de tumulto y asombro. Con fines prodigiosos, se le ha permitido a usted (un prodigio en sí mismo) vivir a través de las centurias.  Todos los secretos que ha guardado tendrán entonces su utilidad;  todo aquello que ahora lo convierte en un extraño entre las generaciones contribuirá entonces a hacerlo su señor.

(Pàg. 98)
(...) la naturaleza no lo obedece ya, en esa región donde la muerte se extiende; el firmamento es de hierro, y el aire tiene abrazaderas de hierro, y las gélidas rocas hienden la embarcación. ¡Escuche cómo se parte y cruje! El hielo se incrusta, igual que el ámbar en una vara. Y un hombre, aún vivo, abandona el barco y a sus muertos; y trepa por la punta de un iceberg mientras las dos lunas miran hacia abajo y contemplan su silueta. Ese hombre es usted, y sobre usted se cierne... el terror; y el terror devora su voluntad.

 Altres n'han dit...
 Les males herbes, No sólo técnicaLa décima víctimaUn libro junto al fuegoUn libro al día, Anika entre librosGranite & Rainbow, Pep Grill.

 Enllaços:
Edward Bulwer-Lytton, claus d'interpretació, més enllà de la novel·la de fantasmes victoriana, tot allò que sempre ha volgut saber del mesmerisme, del ritme, la prosa i l'estructura, inspìracions, ups! amb la Rosa-creu hem topat!.

 Llegeix-lo:
Anglès (html)
Anglès (18?? - edició de Belford, Clarke & Co. i multiformat Archive.org)
Anglès (1880 - edició de Peter Fenelon Publisher i multiformat Archive.org )
Anglès (1888 - edició de London Routledge i multiformat Archive.org)
Anglès (1911 - edició de Rajput Press i multiformat Archive.org)

 Escolta'l:
Anglès (mp3 - Librivox )
Espanyol (youtube - dramatització d'Audio Libros y Relatos, 2016)



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