Tardía fama - Arthur Schnitzler



 "(...) había olvidado hacía tiempo que pudiera ser poeta."

 









Schnitzler, Arthur. Tardía fama.
Barcelona: Acantilado, 2016


Später Ruhm. Traducció de Adan Kovacsics
Col.lecció Narrativa del Acantilado, 276


::: Què en diu l’editorial...
El señor Saxberger lleva una apacible vida burguesa que se ve sacudida cuando un día recibe la visita de un joven poeta admirador, que lo anima a volver a escribir y lo invita a participar en una tertulia literaria. El anciano recuerda entonces aquel libro de poemas que escribió cuando era un muchacho atormentado y que no obtuvo el reconocimiento esperado, y fantasea con la idea de retomar su carrera literaria. En Tardía fama, obra póstuma e inédita hasta el año 2014, Schnitzler traza un magistral retrato de la vejez, al tiempo que ofrece una imagen cómica, despiadada y absolutamente actual de un mundo literario en el que abundan la vanidad, la envidia y el ansia de reconocimiento.

::: Com comença...
El señor Eduard Saxberger volvió de su paseo y subió lentamente las escaleras que conducían a su vivienda. Era un hermoso día de invierno, y el anciano, como solía hacer, se había puesto en marcha justo después de concluir su jornada en la oficina (...).

::: Moments...
(Pàg. 8)
- (...) Llevo mucho tiempo sin escribir nada. Además, a nadie le interesa, y con los años perdí las ganas, sabe usted, desaparecieron con la juventud. Aparecieron otras preocupaciones, el trabajo diario, la cosa se extinguió por sí sola, ni siquiera me di cuenta...

(Pàg. 13)
Se encontraba solo en el mundo. No se había casado, no había tenido hijos, había perdido toda relación con la juventud mientras poco a poco iba envejeciendo. Sólo trataba con los amigos, que envejecían con él.
Y mientras seguía hojeando y volvían a aparecer versos que hablaban de unos maravillosos ojos azules, se adueñó de él cierta sensación de amargura. Bajó el libro y se quedó mirando al vacío.

(Pàg. 14)
Tenía la sensación de haberse olvidado de sí mismo hacía mucho tiempo.

(Pàg. 15)
En ocasiones había echado una mirada retrospectiva sobre su vida, incluso había pensado en su poesía juvenil igual que en otras necedades de la juventud, pero había olvidado hacía tiempo que pudiera ser poeta. Estaba a punto de cumplir los setenta años. La vida se le había escurrido entre los dedos (...).

(Pàg. 32)
Era una mujer alta, de edad madura, tenía el cutis pálido y el contorno de los ojos pintado de oscuro. Los rasgos eran bastante bonitos, y desde la distancia manifestaban incluso cierta nobleza que, no obstante, desaparecía al acercarse. Entonces se percibía una mueca un tanto vulgar en torno a los labios y cierta devastación en la cara.

(Pàg. 39)
El júbilo de esos muchachos le pareció el cumplimiento tardío de una felicidad que había anhelado vivamente hacía décadas y que había olvidado en su gris vida cotidiana.

(Pàg. 45)
(...) no cabía reflexionar más sobre el tema. Sin embargo, cuando quiso concentrarse para captarlo, cuando empezó a buscar las palabras para expresarlo, se dio cuenta asombrado de que así, sentado y en silencio, no le venía nada a la mente. Se levantó, deambuló por la habitación, murmuró algo para sus adentros. Quiso atrapar unas palabras que no se detenían, que tan pronto como surgían parecían voler a desaparecer en la niebla (...).

(Pàg. 72)
- ¡(...) Usted volverá a escribir!
- ¡No! –exclamó él casi con violencia.
Ella se estremeció y lo miró ya con cierto temor.
- No –insistió él más suavemente-. Por desgracia no volveré a escribir. Ya no puedo escribir.
- Eso usted no lo sabe –replicó ella-, porque desconece el efecto que surtirán sobre usted los aplausos de cientos de oyentes entusiasmados, los elogios de la prensa, la fama.
Lo dijo sin ninguna exageración en el tono, con una determinación serena y reparadora.
- La fama –dijo él con un ademán de desprecio, y volvió a interrumpirse.
-Sí, la fama... –respondió ella (...).

(Pàg. 86)
Al retirarse y arreciar de nuevo las ovaciones, ella volvió a coger al poeta de la mano, de manera que no le quedó más remedio que salir... Sí, llegó finalmente el momento. Se le tributó un aplauso cerrado. No sintió nada especial, ni siquiera la sensación de cohibimiento que tanto temía. Tuvo que salir por segunda vez, en esta ocasión sin la señorita Gasteiner, y le resultó extraño oír las palmadas y los vítores. Se inclinó varias veces, se volvió hacia la puerta, y en ese instante, mientras decrecían los aplausos, oyó una voz a su espalda o a su lado. No acabó de distinguirlo con nitidez, mas sí escuchó claramente las palabras, aunque se pronunciaron en voz baja:
- ¡Pobre diablo!

(Pàg. 100)
El entusiasmo se había desvanecido rápidamente. Muy pronto se dieron cuenta de que llegaban treinta o cuarenta años tarde. A decir verdad, apenas lo tomaban ya en serio. ¡Cómo había cambiado el tono de esos jóvenes en el trato con él!

(Pàg. 101)
- (...) Tal vez pueda decirle la diferencia entre algo muy bello y algo muy mal, pero ¿decirle a usted si tiene talento?
-¿Pero quién me lo dirá si no es usted?
-Pues es difícil, desde luego. ... Sobre todo con gente joven como usted es difícil. Mientras uno es joven, quizá consigue crear algo... Pero luego... Sí, luego pasa, se escurre sin que sepamos cómo.
- Imagino perfectamente –dijo Winder- que a uno se le van las ganas cuando no encuentra ni estímulo ni reconocimiento.
- ¿Cree usted? –preguntó Saxberger, y se quedó reflexionando unos instantes-. Pero ¿quién le garantiza el estímulo y el reconocimiento? (...).

::: Què en penso...
Tardía fama és un relat que, tot i la seva brevetat, proposa un munt de temes sobre els quals reflexionar.

La nouvelle d’Arthur Schitzler destaca per la senzillesa amb que està escrita; prosa directa, funcional i efectiva que, malgrat tot, és capaç de transmetre aquella sensibilitat i exquisidesa a la que l’autor vienès ens té acostumats.

El fons de la historia pivota en una tríada de temes: el pas del Temps, el reconeixement que no arriba mai i la mediocritat. És doncs un relat sobre l’ego -té molt de psicològic- però també sobre les vel·leïtats que envolten la creativitat i la inspiració artística -té molt d’invectiva social-.

D’entrada, a partir d'una sèrie d'escenes hàbilment trenades, Schnitzler ens ofereix una reflexió contundent sobre on acaba el reconeixement i on comença l’adulació.

Després, el relat evoluciona al voltant de les taules dels cafès de Viena de finals de segle XIX, on una colla de personatges s’escarrassen per mesurar les seves capacitats artístiques (crítica, prosa, periodisme, teatre,...), sense ser capaços d’assumir la seva mediocritat.

És per tant una nouvelle de personatges segurament vestida, talment un roman à clef, en les realitats viscudes pel propi Schitzeler: tant els moments íntims davant la manca d’inspiració i creativitat que retrata, com l’ambient cultural vienès són un retrat d’un lloc i un moment força identitaris per l’autor.

De fet, si em permeteu l’abstracció, Später Ruhm és la descripció d’una embriaguesa artística autocomplaent mal digerida que comporta al protagonista una ressaca existencial que fa trontollar la seva vida.

En aquest sentit, tot i que el personatge principal és tractat amb reverència i bonhomia, el to genèric del relat és pessimista. I és que Schitzeler mostra amb cruesa el cercle vital de qualsevol criatura humana: 
els grans horitzons i quimeres de la juventut topen amb la realitat grisa i monòtona de l’adult i s’acaben fonent en la melangia de la vellesa. Un peix que es mossega la cua, generació rere generació. Una lluita entre talent, ganes i aptitud. Entre motivació i lassitud.

 D’aquí el final àcid, gens edulcorat ni esperançador, amb que Schitzler clou el relat. La tornada al clos de la quotidianitat. A l’anonimat. A la desmemòria

::: Altres n'han dit...
Saltus altus, Polillas al anochecer, DevaneosLibros y literatura (E. Magar), El copo y la rueca, Cleaver (R. Sorrell), Complete Review, His futile preoccupations...Leggere a colori (F. Balacco), Tra sottosuolo e sole, Assino quin no legge, Das Kabarett, Le tourne page (A. Michel).

:::
 Enllaços:
Arthur Schnitzler, context i història del relatla qüestió de fons, la perversitat del "mundillo" literari, notes autobiogràfiquesJung Wien

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