Noche de los enamorados - Félix Romeo



"Este libro se acabaría si dejara de hacerme preguntas."
 




Romeo, Félix. Noche de los enamorados.
Barcelona: Mondadori, 2012.

Col·lecció Literatura Mondadori, 489


::: Què en diu la contraportada...
“Esto no es un juicio, porque no se puede juzgar a los muertos, y Santiago Dulong murió hace diez años.
Ni es la defensa imposible de una víctima, porque no se pueden reparar las ofensas a los muertos.
Ni es un ensayo sobre la justicia.
Sólo escribo sobre las palabras: sobre lo que apareció en los periódicos, sobre lo que reflejó la sentencia, sobre documentos legales de libre acceso, y sobre los recuerdos de las palabras que guardo de Santiago Dulong, nublados por el tiempo y por el mal olor.”

::: Com comença...
Es una mujer y está muerta.
Está tirada en el suelo del salón-comedor de su domicilio.
Boca arriba.
“Decúbito supino”, como será descrita en el proceso.

::: Moments...
(Pàg. 21)
El acuerdo es sencillo. Se cambia la imputación por parricidio, elevada por el juez de instrucción, por una falta e malos tratos y un delito de imprudencia temeraria: doce años de condena frente a un año de condena. 

(Pàg. 24)
(…) no me cuesta imaginar una conversación entre el juez instructor del juzgado nº4 y Santiago Dulong.
No me cuesta imaginar a unos policías conduciéndole al despacho del juez a través de pasillos con extintores rojos colgados de las paredes y fluorescentes blancos en el techo.
No me cuesta nada verlo con la cabeza gacha sentado ante el juez.
No me cuesta nada, incluso, verlo gemir detrás de sus gafas de pasta.
Pero no importa lo que yo puedo averiguar. 

(Pàg. 27)
Me pregunto cuándo empieza realmente la Historia, el momento en que el relato de los hechos deja de abrir heridas en las que hay huevos de mosca justo antes de eclosionar.

(Pàg. 32)
Este libro se acabaría si dejara de hacerme preguntas. 

(Pàg. 33)
La primera impresión que sentí al entrar en la cárcel de Torrero es que ese recinto apestaba: olor de grasa y olor de zotal y olor de cuerpos de hombres y olor de ratas y olor de agua estancada y olor de comida hervida y olor de lejía y olor de medicamentos y olor de mierda intensa (...). 

(Pàg. 48)
En 1960, Santiago Dulong tiene treinta y dos años, los mismos cuarenta y dos años que tengo yo ahora, cuando escarbo entre gusanos.
Me pregunto qué intento encontrar reflejándome en este espejo oscuro. 

(Pàg. 58)
(…) nunca está.
Así que aquí falta su nombre y también falta su versión de la historia, o lo que ahora recuerde  de esa historia que sucedió hace dieciséis años y que yo, no sabe por qué motivos, porque yo tampoco los conozco, vengo a remover, y de la que no pueden salir más que moscardas, gusanos y mal olor. 

(Pàg. 59)
Éste no es un libro sobre la justicia imposible que se administra sobre lo muertos, sino un libro sobre las palabras. Palabras jurídicas. Palabras periodísticas. Palabras médicas. Palabras policiales. Testimonios orales. Palabras al viento, como el que azota ahora las ventanas de la habitación en la que escribo. 

(Pàg. 63)
Ya no apesta la cárcel, pero al atrofiarse el olfato se desarrolla el oído, y los sonidos, los golpes de las puertas y de los cerrojos, los pasos, el metal de las cacerolas, los ecos, las guitarras de los gitanos por las noches, los altavoces que llaman a comunicar, el agua que cae por las cañerías y por los canalones, suenan más fuerte.

(Pàg. 71)
Le pregunto por qué está en la cárcel, y me cuenta su historia.
Es inocente.
Como comprobaré conforme pasen los días y las semanas y los meses, en la cárcel muchos de los presos son inocentes: todo es producto de una confusión (…).

(Pàg. 81)
Le pregunto  por qué está en la cárcel.
Él siente que ha vencido una batalla, y sus suspicacias se han disuelto.
Me dice: “Maté a mi mujer”.
Me dice: “La estrangulé con mis propias manos”.
Me dice que antes intentó cortarle el pelo con una tijera, mientras peleaban.
Luego, vuelve a empezar la historia, con más orden.
Es una mujer y está tirada en el suelo.
Se llama María Isabel Montesinos Torroba y tiene mechones de pelo por la cara, por los labios, en los párpados y dentro de la boca y pegados a la lengua, porque la muerte le ha llegado antes de que pudiera escupirlos. 

(Pàg. 86)
(…) la víctima se ha convertido en la culpable.
Ha pasado a ser la responsable de su asesinato.
La que va a ser realmente juzgada.
Era una borracha y se merecía lo que terminaría pasándole.
Se merecía ser estrangulada.
Se merecía morir.
“En algunos bares  -dirá en Diario 16 de Aragón “una persona que no quiso revelar su identidad” y “que conocía a la víctima”, y que no testificó en el juicio- ni siquiera le querían servir.”
“Empezaba por la mañana con un cubata y así estaba todo el día.!
“Permanentemente borracha.”
María Isabel era, sin duda, culpable antes de morir. 

(Pàg. 88)
Por si sus borracheras frecuentes no habían convertido del todo en culpable a María Isabel, la infidelidad con el Señor Cero, de cuya existencia ni siquiera hay pruebas, la despoja completamente de su condición de víctima.
“Ella se dedicaba posiblemente a la prostitución”, declara “gente de la zona” a Diario 16 de Aragón.
No es una enferma alcohólica terminal (aunque lo será, gracias a los forenses sin nombre, cuando haya que valorar las causas de la muerte), sino una borracha infiel que no sabe apreciar lo que ha hecho su marido por ella. 

(Pàg. 96)
El Señor Uno se marcha.
Y María Isabel se marcha con él.
Nadie busca al Señor Uno para que declare en el juicio.
No sé adónde van.
No sé si Santiago Dulong se tira en el sofá y enciende el televisor.
No sé si se duerme y sueña.
No sé si va al baño a lanzar un gemido menos sordo que los que emitirá en la cárcel cuando intente mear sin poder mear. 

(Pàg. 102)
“Lo cierto es que eran una pareja un tanto extraña que no sabía vivir si no era en medio de las broncas”, habría podido decir en el juicio el “dueño de una tienda”, como lo dijo a Diario 16 de Aragón.
“Una guerra continua”; podrían haber declarado los vecinos sin nombre que hablaron para Heraldo de Aragón.
“Un manicomio”, podrían haber declarado los vecinos sin nombre que hablaron para Heraldo de Aragón.

(Pàg. 126)
(…) “glotis muy contraída”, “degeneración hepática”.
Quiero decir: me indigna esa imprecisión.
Siento que esas palabras, más que explicar científicamente un proceso, están contribuyendo a crear una ilusión.
Sé que crear ilusiones no es el objetivo de la ciencia forense. 

::: Què en penso...
Noche de los enamorados, la que fou la darrera novel·la del malaurat Félix Romeo, parteix d’un succés verídic (un crim de violència de gènere) per qüestionar l’ús – i, sobretot, la intenció- del llenguatge.

De fet, més que una novel·la el que ens ofereix Romeo és una interrogació contínua el concepte de culpabilitat i sobre la condició d’assassí i la de víctima a partir de la seva aproximació semàntica.

Per això Romeo, conscient del poder de la paraula i de les perversions d’una polisèmia malentesa, contrasta literalment i de manera continuada al llarg de Noche de los enamorados el significat de diferents paraules al diccionari de la Real Acadèmia Espanyola, assegurant-ne els seus significats acceptats i contrastant-los amb els significats donats durant el cas.

Vet-ho aquí: el poder de la paraula. O si més no, l’apropiació de la seva significació per part de la premsa del moment (que construeix un discurs poc compromès amb el rigor periodístic), de la judicatura (que elabora una justificació de marcat esbiaix patriarcal), o de la medicina oficial (que ofereix un diagnòstic difós i no concloent malgrat les evidències). Tot plegat una gestió interessada dels conceptes i dels seus significats per crear ficcions, capgirar culpabilitats i justificant el crim, tot convertint la víctima en culpable en una Espanya on es silenciaven els maltractes conjugals.

A Noche de los enamorados Romeo construeix el relat a partir d’una barreja de gèneres i obté una estructura narrativa gens típica forjada amb retalls d’expedients oficials i fragments periodístics. A partir d’aquest esquelet que més o menys estableix els fets, l’autor aragonès aporta la seva visió literària per omplir els forats que l’evidència empírica o els fets provats no aconsegueixen resoldre.

Escriure sobre un assassinat és parlar de la mort. I Romeo ho fa a partir de l’angoixa existencial: l’autor sent (o almenys així m’ho ha semblat) una mena d’obligació de, anys després, reflotar el succés, no tant per buscar-ne un judici moral, sinó per entendre el que porta a una persona a perdre el cap i acabar amb la vida d’una altra. En definitiva, un estudi de la condició humana. Però també té –i això sí és important- un neguit per denunciar el funcionament de les estructures de poder de l’Estat, en aquell moment alineades amb la negació constant de la violència de gènere i l’emblanquiment / justificació de la mateixa.

I és que Noche de los enamorados de Romeo respon a un atzar penitenciari (l’autor va conviure unes hores a la mateixa cel·la que l’assassí). Impactat des de llavors, Félix Romeo es va dedicar a investigar els diferents protagonistes de la història i els passos que els van portar al desenllaç luctuós. Però també les actuacions oficials que es van fer que, vistes en la perspectiva històrica de l’autor, deixen molt a desitjar.

Així, Noche de los enamorados ofereix una estructura sincopada, de frases breus, alternades amb fragments de la literatura judicial, policial, forense i periodística: gairebé un inventari de fets, gent i llocs. Un enfocament documental per generar una reflexió. Un híbrid entre literatura i reportatge periodístic.

Ens trobem doncs davant d’un Félix Romeo que d’alguna forma comparteix un estil de periodisme literari amb Zola, Capote o Wolfe. Amb una diferència: Romeo cerca, mitjançant reiteracions constants, que els fets quedin gravats per sempre més, que no s’oblidin. Que quedin marcats a foc.

En definitiva, un exercici atrevit – modern de forma, colpidor de fons - que confronta fantasmes i fets; realitats i suposicions; successos i literatura. Un llibre molt intens que esprem la significació de les paraules i qüestiona el seu ús interessat.

::: Altres n'han dit...
Els orfes del Senyor BoixPropera parada: cultura (Víctor Del Árbol), Soyuz, AlomasimpeEl revés y el derechoEl Cultural (Ricardo Senabre)Efe Eme (César Prieto), Todo Literatura (Javier Velasco), FantasticMag (Raúl de Tena), Sopa de libros.

::: Enllaços:
Félix Romeoperfil i context, els escenaris dels fets, connexions



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