El regreso de Reginald Perrin - David Nobbs





"Me he pasado los últimos veinticinco años siendo convencional. ¿Crees que he pasado por todo esto para volver a ser convencional? (...)".







Nobbs, David. El regreso de Reginald Perrin.
Madrid: Editorial Impedimenta, 2013

The Return of Reginald Perrin. Traducció d’Julia Osuna.


::: Què ens diu la contraportada...
Reggie Perrin es un hombre gris, de mediana edad, que lleva una vida si cabe más gris: con una mujer insulsa, un trabajo alienante en una empresa de postres y nulas perspectivas vitales, decide simular su propio suicidio y comenzar de nuevo como una persona diferente. El regreso de Reginald Perrin el espíritu de la hilarante y agridulce Caída y auge de Reginald Perrin ofrece las nuevas aventuras de uno de los antihéroes más inolvidables de la literatura británica reciente. Tras diversas tribulaciones, incluida la temporada en que nuestro protagonista se ve obligado a cuidar gorrinos en una granja, Reggie abrirá una tienda, «Basura», en la que todo lo que se vende es completa y absolutamente inútil. Para su sorpresa, el proyecto se convierte en un éxito apabullante. Cuando Reggie decide destruir el monstruo que ha creado, se da cuenta de que hay criaturas difícilmente eliminables.

::: Com comença...
-
Tú eres feliz, ¿verdad, Martin? –preguntó Elizabeth.
- Como no puedes ni imaginarte –contestó Reggie.
Era una mañana de lunes de marzo y el cielo lloraba con contención sobre la Urbanización de los Poetas.

::: Moments...
(Pàg. 53)
El lector se preguntará: “¿Es que en la ciudad-dormitorio de Climthorpe no hicieron nada en los primeros compases del verano más allá de cocinar, comer y hablar de risotto?”.

Pues no mucho, la verdad.

(Pàg. 68)
Elizabeth cruzó la mirada con C.J., cuyos ojos parecían intentar sonreír pero habían olvidado cómo hacerlo después de tantos años; y es que sonreír con la mirada no es igual que montar en bici.

(Pàg. 107)
- (...) Si nos hubieran echado, y no hubiéramos sospechado el uno del otro, y no me quedaran restos e los dos ojos morados, y no nos estuvieran tirando ladrillos por la ventana porque me toman por un exhibicionista, sería feliz.
Elizabeth le besó y Reggie le dijo:
- He tenido un pálpito increíble: a partir de ahora todo va a salir bien.
Un ladrillo atravesó la ventana y le dio de refilón en la frente.
- ¡Esta ha sido la traca final! –dijo Reggie cuando volvió en sí.

(Pàg. 114)
- (...) El caso, Ponsonby, es que tengo cuarenta y siete años y he dedicado más de veinte años de mi vida a la fabricación de pudines instantáneos. No quiero desperdiciar otros veinte. En realidad lo único que quiero es hacer un último corte de mangar al mundo y hundirme después de poner toda la carne en el asador. ¿No te parece justo, Ponsonby?

(Pàg. 129)
- ¿(...) Qué quieres que haga, algo tremendamente convencional? Me he pasado los últimos veinticinco años siendo convencional. ¿Crees que he pasado por todo esto para volver a ser convencional? (...).

(Pàg. 145)
- (...) Qué es lo que pretendes, Jimmy? No puedes valerte de paraejércitos para influir en una democracia. ¿Qué quieres, una dictadura?
- Mussolini...
- Que sí, que logró que los trenes llegasen puntuales, y la frecuencia con la que nos lo recuerdan me lleva a pensar que no consiguió mucho más. Personalmente, estoy dispuesto a aguantar a la British Rail, si con ello conservamos tan siquiera los harapos raídos de la libertad.

(Pàg. 260)
- (...) Ahí fuera hay magia –le dijo-, la magia anual de la naturaleza, un ciclo de sutileza y variedad infinitas, ejecutado a un ritmo exquisito, tan lento que el ojo humano no llega a preciar el cambio. Ningún técnico de mantenimiento ha visto jamás cómo mudan de color las hojas de un árbol en octubre, de dorado a rojizo. Ningún protésico dental ha sido nunca testigo del momento en que el verde claro y frondoso de la primavera germinante se posa a poco a poco en los árboles. Ningún hombre ha oído jamás el primer canto del cuco; tan solo otros cucos lo oyen.

“Y mientras miles de millones de seres y plantas interdependientes ejecutan este ciclo infinitamente paciente y maravilloso en perfecto sigilo, nosotros repetimos nuestro ciclo vulgar y pedestre trescientos sesenta y cinco veces al año (...).”

(Pàg. 266)
¿Cómo voy a rezar, si yo creo que la vida es una cuestión de suerte? Y la diosa Fortuna es una bruja malvada y terca.

(Pàg. 271)  
- (...) Estás volviendo a hartarte de todo, ¿verdad?
Reggie se impulsó en su silla giratoria y se inclinó sobre el enorme escritorio.
- El éxito es una trampa.
- Igual que el fracaso (...).

(Pàg. 303)
Mientras un verano fascinante envolvía la tierra, la burbuja seguía sin estallar.

(Pàg. 344)
La risa política nada tiene que ver con el humor: es tan solo una expresión de solidaridad colectiva, de apoyo: una reafirmación de que el carro marcha y de que el público asistente se ha subido al que debía. Quienes se ríen en un mitin político siempre miran a su alrededor para que todos vean que están riéndose.

::: Què en penso...
A El regreso de Reginald Perrin David Nobbs ens proposa una història continuista del món entre tragicòmic i absurd (com la vida mateixa) dels protagonistes de Caída y Auge de Reginald Perrin.

L’autor aposta per mantenir els mateixos personatges que, amb les seves fòbies i les seves fílies, generen al lector un sentiment contradictori entre la tendresa i la insatisfacció; entre la mordacitat i el patiment.

 En aquesta segona part es consolida el transfons de crítica social (sempre a partir de l’humor i la sàtira) que ja va caracteritzar el primer lliurament de la saga. Ara bàsicament es centra en la insatisfacció individual d’una banda i en la mediocritat col·lectiva de l’altra.

A priori no sembla factible que l’aposta de continuïtat que fa Nobbs pugui tenir gaire interès. Però res més lluny de la realitat. Des de la primera pàgina el somriure constant i la rialla fugaç s’instal·len en la cara del lector, ajudats per una prosa senzilla, sense estridències estilístiques, però molt efectiva.

En avançar en la lectura som testimonis del mestratge creativa de David Nobbs (i també de la pressió de l’adaptació televisiva de la primera novel·la): mata la trama argumental que ens ha portat fins aquí i ofereix un nou escenari on aprofundir amb les contradiccions de Perrin –a aquestes alçades convertit en una mena de Prometeu a qui la insatisfacció li consumeix constantment les entranyes-.

I és que el concepte de “Grot” (brossa), el negoci d’inutilitats que posa en marxa Reginald Perrin i que esdevé un imperi comercial, serveix de troià a David Nobbs per acarnissar-se amb la insensatesa de la societat consumista i en la dictadura de les tendències canviants i de la frivolitat perenne que, encara  avui en dia, ens segueixen captivant i esmorteint.

Nobbs segueix demostrant la seva genialitat en la forma i en l’estructura de la seva narrativa: una mica més d’equivocs absurds i de diàlegs de lluços (potser en algunes ocasions un pel excessius) i un humor un pel més gruixut que no pas en la primera part.

D’altra banda, les arrancades dels capítols són majoritàriament força espectaculars, algunes d’elles fins i tot m’atreveixo de titllar-les de preciosistes. En ocasions ofereix unes connexions entre objectes, moments o realitats totalment diferents però que, gràcies al mecanisme de repetició, marquen un tempo i delimiten un espai i un temps molt característic.

En definitiva, lectura molt recomanable que reflecteix l’angúnia de viure en forma de sàtira costumista i pinzellades d’absurditat.

::: Altres n'han dit...
Lectura y locura, Mar de tinta, El desconsciente, Un mundo para Curra, El infierno de Barbusse.

::: Enllaços:
David Nobbs

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