La buhardilla - Danilo Kiš




"Yo reconocía los colores más por el olor que por el tacto."







Kiš, Danilo. La Buhardilla. 
Madrid: Opera Prima, 2002 


Mansarda. Traducció de Gani Jakupi
Col·lecció Imperdibles,


 Què en diu la solapa…
La Buhardilla es una lección magistral sobre el esplendor de la palabra escrita, una historia de amor y una novela imprescindible para autores y lectores.

 Com comença...
Escuchaba llorar, en la noche, trenes invisibles y hojas entiesadas agarrándose a uñas contra el suelo duro y congelado.
Por todas partes aparecían ante nosotros hordas de perros peludos, hambrientos. Salían de portales lóbregos y se colaban a través de vallas estrechas de madera. Nos solían acompañar en tropel, silenciosos. De vez en cuando levantaban hacia nosotros sus ojos cansinos, tristes. Mostraban un extraño respeto para con nuestros pasos inaudibles, para con nuestros abrazos.

 Moments...
(Pàg. 29)
Aquí no existe el correo y nadie conoce nuestra falsa ilusión de europeos civilizados llamada carta, correspondencia. Pero escribo porque considero que el monólogo es una cosa profundamente egoísta y deshonesta.

(Pàg. 39)
(...) descargué las conchas en medio de la habitación y un claro de luna bello como cristal se derramó por el suelo.
“¿Para qué diablos quieres eso?” dijo él.
“¿Cómo que para qué lo quiero?”
“¡Si no son más que conchas!”, dijo.
Entonces yo cogí la concha más sonora y más linda, del tamaño de un orinal, y se la coloqué al oído.
“Escucha –dije- ¿Oyes algo?”
Sus ojos se llenaron de lágrimas y vergüenza. Quizás también de arrepentimiento.

(Pàg.40)
Colgué mis pantalones del clavo, al lado de los de Igor, quité la arena de mi gastado abrigo tropical y después lo sacudí para vaciarle el polvo de las estrellas. A continuación me lavé los pies y me acosté para soñar. Ya estaba harto de la prosa.

(Pàg. 64) 
Empecé a desvestirla, sin dar la luz. Le dejé solo una combinación de color de plata negra, color de piel de serpiente. (Yo reconocía los colores más por el olor que por el tacto).

(Pàg. 64)
“(...) me clavas la lengua en el oído y me hablas de usted. Eso no pega. Hay que estar totalmente desnudo. Sin preservativos en la lengua...”
“Usted es un simple poeta y nada más –dijo ella-. Y siempre será poeta. Y nada más.”

(Pàg. 69)
La madrugada nos pilló debajo de la mesa y por encima del dolor. Entre nosotros dormía un cuerpo desnudo y decaído, con el sueño inocente de un bebé, con los brazos encima de la cabeza. Sus ojos están medio abiertos, de lila oscuro. Su pecho se había desinflado y caía al suelo sucio lleno de escupitajos, apuñalando el polvo con los pezones. Paulatinamente lo fui recordando todo.

(Pàg. 75)
Ya que habíamos acabado desengañados de todo, incapaces para el amor y para la vida, tal y como estábamos, decidimos aislarnos del mundo.

(Pàg. 93)
Esta mañana, Osip me dijo que la cosa más bella de este mundo era hacer regalos desinteresadamente.

 Altres n'han dit...
La Joie de Lire, Pep Grill.

 Enllaços: 
Danilo Kis, perfil tècnic, l'autor, sobre l'escriptura i la seva obraintrospecció i mitologia, fragmentació i postmodernisme.


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