El mudo y otros textos - Carson McCullers






"(...) bendigo a Terencio, el poeta latino, que dijo: “Nada humano me es ajeno”.






McCullers, Carson. “El mudo” y otros textos. 
Barcelona: Seix Barral, 2007


Traducció de José Luis López
Col·lecció Únicos, 12





 Què en diu la contraportada…
Con tan sólo 23 años, Carson McCullers publicó El corazón es un cazador solitario, una de las obras capitales de la narrativa contemporánea. Estas páginas presentan, por primera vez en nuestra lengua, el esbozo inicial de la novela –titulada en un principio «El mudo»– y revelan el proceso de creación del personaje más emblemático de la autora, el sordomudo John Singer. Los textos que siguen, también inéditos en castellano, conceden al lector el privilegio de compartir los pensamientos sobre literatura de Carson McCullers: el despertar de su vocación de escritora, su pasión por la lectura, su admiración por Isak Dinesen o los paralelismos entre la escritura sureña y los realistas rusos.

 Com comença...
El tema principal de este libro, expuesto en las doce primeras páginas, es la reberdía del ser humano contra su aislamiento interior y la necesidad que siente de una expresión personal lo más plena posible.
Esquema de la autora para El Mudo

 Moments...
(Pàg. 51)
La obra refleja el pasado pero también indica el futuro. Algunos de sus personajes están muy cerca de ser héroes y no son los únicos de su clase. Porque en la esencia de esas personas existe el sentimiento de que, por muchas veces que sus esfuerzos se pierdan y sus ideales personales resulten falsos, llegará un día en que se unan y consigan lo que les pertenece por derecho.
Esquema de la autora para El Mudo.

(Pàg. 57)
(...) había emprendido otro viaje. Fue el año de Dostoievski, Chejov y Tolstoi, y los primeros barruntos de la existencia de una región insospechada, equidistante de Nueva York, de la Rusia de los zares y de nuestras salas de Georgia: la maravillosa región solitaria de las historias sencillas y del mundo interior.
Cómo empecé a escribir.

(Pàg.60) 
(...) en esta manera de acercarse a la vida y al sufrimiento de los escritores sureños están especialmente en deuda con los rusos. La técnica, en pocas palabras es la siguiente: una yuxtaposición audaz y en apariencia insensible de lo trágico con lo humorístico, de lo gracioso con lo trivial, lo sagrado con lo licencioso; se trata de detallar el alma entera de un ser humano de manera materialista.
El realismo ruso y la literatura del Sur.

(Pàg. 62)
Farsa y tragedia se han utilizado siempre de maneras complementarias. Pero no es frecuente, excepto en las obras de los rusos y de los escritores del Sur, que se superpongan de manera que sus efectos se experimenten simultáneamente. Esta amalgama emocional ha provocado la acusación de “crueldad”.
El realismo ruso y la literatura del Sur.

(Pàg. 63)
Para entender esta actitud hay que conocer el Sur, que tiene mucho en común, desde el punto de vista de la sociología, con la Rusia zarista. El Sur ha sido siempre una región aparte del resto de Estados Unidos, con una personalidad y unos intereses claramente autónomos.
El realismo ruso y la literatura del Sur.

(Pàg. 64)
La vida abunda; los niños nacen y mueren, o si no mueren viven y luchan. Y en la pelea por conservar la existencia, la vida entera y el sufrimiento de un ser humano pueden ser atados a cinco hectáreas de tierra exhausta, a una mula, a una bala de algodón.
El realismo ruso y la literatura del Sur.

(Pàg. 65)
[sobre el realisme rus] La actitud moral es ésta: los seres humanos no son ni buenos ni malos, son sólo desgraciados y se adaptan mejor o peor a su infelicidad.  Las personas nacen en un mundo de confusión, en una sociedad en la que el sistema de valores es tan incierto que nadie puede decir si un hombre vale más que una carga de heno, o si el valor mismo de la vida justifica  la lucha por obtener los objetos materiales necesarios para mantenerla.
El realismo ruso y la literatura del Sur.

(Pàg. 75)
(...) el miedo es la primera fuente del mal. Y cuando la pregunta “¿Quién soy?” se repite y queda sin contestación, entonces el miedo y la frustración proyectan una actitud negativa. El alma desconcertada sólo puede responder: “Puesto que no entiendo “Quién soy”, sólo sé lo que no soy”. El corolario de esta incertidumbre emocional es el esnobismo, la intolerancia y el odio racial. El individuo xenófobo sólo es capaz de rechazar y destruir, como, inevitablemente, la nación xenófoba guerrea.
Soledad..., una enfermedad americana.

(Pàg. 81)
(...) la escritura de prosa o de poemas –y no creo que se deba hacer ninguna distinción inmutable entre las dos formas- es una creación divagante. Con eso quiero decir que un pasaje o párrafo concreto descarrían a la imaginación con alusiones sensuales, matices de sentimientos, vibraciones de la memoria o del deseo. Una crítica estética tiene una finalidad opuesta. No se debe alentar al lector para que sus atención camine sin rumbo fijo ni sueñe despierta, sino que se la debe fijar con una lúcida extroversión que sea a la vez cerebral y finita.
La visión compartida. 

(Pàg. 84)
Cualquier cosa que crezca tiene que atravesar por etapas incómodas. El creador al que se comprende mal porque viola las convenciones puede replicar: “Te parezco extraño, pero por lo menos estoy vivo.”
La visión compartida.

(Pàg. 88)
Tradicionalmente, el cuento tiene un doble propósito: deleitar y señalas unas consecuencias morales.
Isak Dinesen, Cuentos de invierno.

(Pàg. 104)
Para entender una obra es importante que el artista esté emocionalmente en su centro mismo; que vea, que conozca, que experimente las cosas sobre las que está escribiendo.
El sueño que florece (Nota sobre la escritura).

(Pàg. 105) 
El enfoque llega en momentos inesperados: nadie sabe por qué y el autor menos que nadie. Para mí, de ordinario, es la consecuencia de un gran esfuerzo. En mi caso las iluminaciones son la recompensa al trabajo.
El sueño que florece (Nota sobre la escritura).

(Pàg. 107)
El principal activo de un escritor es la intuición; un exceso de hechos dificulta la intuición. Un escritor necesita saber muchas cosas, pero hay muchísimas otras que no necesita saber (...).
El sueño que florece (Nota sobre la escritura).

(Pàg. 109) 
Me convierto en los personajes sobre los que escribo y bendigo a Terencio, el poeta latino, que dijo: “Nada humano me es ajeno”.
El sueño que florece (Nota sobre la escritura).

(Pàg. 110)
Debe de ser que se escribe por alguna necesidad subconsciente de comunicación, de expresión personal. Escribir es una ocupación vagabunda, soñadora. El intelecto se hunde por debajo del inconsciente: la imaginación es quien mejor controla a la mente pensante.  Sin embargo escribir no es totalmente amorfo y antiintelectual.  Algunas de las mejores novelas y escritos en prosa son tan precisos como un número de teléfono, pero pocos prosistas lo logran, debido al refinamiento que es necesario alcanzar en la pasión y en la poesía. No me gusta la palabra prosa; es demasiado prosaica. La buena prosa debe estar fundía con la luz de la poesía; la prosa debe ser como la poesía; la poesía debe ser tan inteligible como la prosa.
El sueño que florece (Nota sobre la escritura).

(Pàg. 118)
Me pregunto a veces si lo que llaman la escuela “gótica” de la escritura sureña, en la que lo grotesco camina en paralelo con lo sublime, no se debe en gran parte al escaso valor de la vida humana en el Sur. Los rusos son como los escritores sureños en ese aspecto. En mi infancia el Sur era casi una sociedad feudal. Pero el problema racial hace que la sociedad del Sur sea mucho más complicada que la rusa. Para muchos sureños pobres, el único orgullo que poseen es ser de raza blanca, y cuando el orgullo propio está tan lamentablemente degradado,  ¿cómo se puede aprender a amar? Por encima de todo, el amor es el principal generador de toda buena escritura. Amor, pasión, compasión están todos fundidos en uno.
El sueño que florece (Nota sobre la escritura).

 Altres n'han dit...
Un libro al día.

 Enllaços:
Carson McCullers, perfilclausextraient poesia de la vida, contradiccions i malalts, amor: la clau de volta, context literari.

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