El viaje - Luigi Pirandello
"(...) Sintió que había vivido lo suficiente, porque durante un instante (aquel instante) había sido eterna."
Pirandello, Luigi. El viaje.
Madrid: Nórdica Libros, 2012
Il viaggio. Traducció de Marilena de Chiara.
Col.lecció Minilecturas, 9
::: Què en diu la contraportada...
Adriana Braggi no ha salido de su casa en Sicilia en los últimos trece años. Viuda desde los veintidós, vive en el luto y la reclusión. Una repentina enfermedad hará posible el viaje en el que descubrirá la vida y el amor.
Este relato forma parte de los Cuentos para un año, que, como señalaba Josep Pla, «son decisivos porque de ellos ha salido casi todo el teatro del autor, por no decir todo». Además, es un magnífico acceso a la prosa de Pirandello, pues en él están presentes muchos de los temas de toda su obra: la vida y la muerte, el papel de las mujeres en Sicilia y la belleza de los paisajes italianos.
::: Com comença...
Hacía trece años que Adriana Braggi no salía de la antigua casa, silenciosa
como una abadía, donde de joven había entrado como esposa.
::: Moments...
(Pàg. 17)
Los hombres, mal que bien, encontraban en la variada sucesión de los negocios,
en la lucha de los partidos comunales, en la cafetería o en el club social, por
la noche, algo para distraerse de alguna manera. Pero las mujeres, en las
cuales desde la infancia se había reprimido cualquier instinto de vanidad,
casadas sin amor, después de haberse ocupado de las mismas tareas domésticas,
languidecían míseramente con un niño en el regazo o con un rosario en la mano,
a la espera de que el hombre, el amo y señor, volviera a casa.
(Pàg. 18)
Adriana Braggi no había amado a su marido.
(Pàg. 31)
Cuando, confundida y acalorada, levantó la mirada y se vio en el espejo del
armario, sintió una impresión violentísima, rayana a la vergüenza. Aquel
vestido, dibujándole con elegancia procaz las caderas y el pecho, le confería
la agilidad y el aire de una joven. Se sentía ya vieja: se encontró de pronto,
en aquel espejo, joven, hermosa: ¡otra!
(Pàg. 37)
Iba en tren por primera vez. A cada tramo, a cada giro de rueda, tenía la
impresión de penetrar, de avanzar, en un mundo desconocido que de pronto se
creaba en su espíritu con apariencias que, por cercanas que estuvieran, le
parecían lejanas y le provocaban, unto con el placer de su visita, también una
sensación de pena muy sutil e indefinible: la pena de que hubieran existido
siempre, más allá y fuera de su existencia y también de su imaginación; la pena
de ser extraña a ellas y pasajera, y que sin ella seguirían viviendo por sí
mismas con sus propios acontecimientos.
(Pàg. 40)
Además, en el tumulto interno de las sensaciones, la voz de él, en vez de
iluminarla, le provocaba un detenimiento sombrío y violento, lleno de frémitos
punzantes, y entonces aquel sentimiento de pena se volvía más distinto y más
agudo. Se veía pequeña en su ignorancia y advertía un pesar oscuro y un tanto
hostil por la visión de todas aquellas cosas que ahora –demasiado tarde para
ella-, de pronto, le llenaban los ojos y le entraban en el alma.
(Pàg. 48)
Y, como si una luz de otros cielos se encendiera de pronto en aquel
inconmensurable vacío, sintió que en aquel momento ella se nutría de la
eternidad, que adquiría una lúcida e ilimitada conciencia de todo, del infinito
que se esconde en la profundidad del alma misteriosa. Sintió que había vivido
lo suficiente, porque durante un instante (aquel instante) había sido eterna.
(Pàg. 56)
(...) surgió la luna desde el mar, al principio entre los vapores del horizonte
como una lúgubre máscara de fuego que apareciera amenazadora para espiar en un
silencio espantoso sus dominios de agua; luego aclarándose poco a poco,
encogiéndose precisa en su níveo fulgor, que amplió el mar en un pálpito
plateado sin fin.
Sí, és un conte dur. Bell però colpidor. D’un realisme trepidant però a la vegada amb una pàtina romàntica (l’enfrontament a la mort) que el contrapesa i realça, tot conferint-li una dimensió emocional molt potent. Per això també és un relat complex doncs presenta una sèrie de situacions i reflexions sobre el sentit de la vida gens gratuïtes i, tot i que senzilles en la formulació, força complicades a nivell de gestió anímica o racional per qualsevol lector (la vida no viscuda, la mort anunciada, els lligams familiars, les convencions socials , el suïcidi...).
I a pesar de tot, és un conte breu. Fet que condiciona que l’impacte emotiu encara sigui més elevat. Pirandello aconsegueix relatar en poc més d’una cinquantena de pàgines la crònica d’un (darrer) viatge on la protagonista -com una papallona al capvespre- vola de la foscor cap a la llum, on acaba definitivament consumida. Ho fa amb l’ajuda d’una prosa trepidant que imposa un ritme de lectura ràpid però, a la vegada, amb una simplicitat formal que s'escau molt al relat.
En tot cas, l’autor sicilià posa el focus en la historia de l’Adriana, una dona enclaustrada per les convencions socials d’aquella Sicília de principis de segle XX, moment en que les dones eren meres comparses del marit i, quan aquest faltava, la dona desapareixia socialment. Se’ls hi robava la vida tancant-les a casa i/o se’ls esborrava tota traça de feminitat o joventut amb peces de roba de color negre.
A El Viatge sembla que Luigi Pirandello, conscient d’aquest enterrament en vida de la protagonista ( i per extensió, de la dona de l’època), li ofereix un gest -una mena de redempció-; una emancipació que, tot i ser tardana, comporta el rescat anímic per l’Adriana. Una darrera oportunitat per viure. O si es vol, un acomiadar-se de la vida amb un glop final serè però intens.
En resum, un conte de lectura ràpida però intensa, amb uns efectes recurrents al llarg del temps. La peça de Pirandello és d’aquelles que escapa del seu moment històric per trobar un lloc en aquella literatura atemporal que acompanya sempre al lector lletraferit.
Paraula de Mixa, La Veu (Enric Iborra), Lecturas de Undine, Un momento para la lectura, Dragones en el país de los libros, El País (Enrique Vila-Matas).
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